lunes, 21 de septiembre de 2015

CUARTA LEY DE LA ESPIRITUALIDAD


La cuarta ley de la espiritualidad nos dice que cuando termina, es porque está terminado.
Las etapas o siglos de la vida tiene su nacimiento, su evolución y su ocaso, esa ley se cumple en todo, en  los seres y habitantes de esta planeta, sean animales vegetales o humanos.
Y la naturaleza lo acepta como parte de su evolución, pero los más reacios a aceptar esta ley somos los seres humanos, los que vivimos pensando que nunca moriremos, y esa filosofía contraria a los siglos naturales, la pretendemos aplicar a todo en nuestra vida, sin reflexionar que en cada oportunidad que tenemos de prolongar algo que ha terminado, no solo dañamos lo experimentado sino que no permitimos que cosas nuevas lleguen.
Una relación, un trabajo una amistad una vida todo termina y todo cambia.
Cuando aceptamos esta ley, actuaremos siendo agradecidos  y valorando lo que llega a nuestras vidas, y no esperar cuando a que  haya terminado para valorarla experiencia o la relación.
Saber comprender los siglos y cuando algo termina, nos da la madurez de continuar, sin penas o angustia por lo terminado, y  esperando con fe, esperanza y alegría lo próximo que llegara a nuestra vida.
Cuando algo termina  nos indica que el tiempo se terminó y uno nuevo comienza, vivir la terminación de algo o alguien con tristeza, nos indica que no supimos  disfrutar a pleno ese tiempo, sean cual hayan sido los motivos de que terminara, entender que debemos aceptarlo.


Victor Roude