sábado, 7 de noviembre de 2015

¿PREFIERES OBSERVAR O QUE TE OBSERVEN?

OBSERVAR

Cuando somos observados, nuestro ego nos adula y nos hace sentir importantes.
Esa satisfacción dura tanto como como el tiempo que tengamos público.
Cuando nos convertimos en observador y no en observado, el placer no tiene límite, nuestro ser interior aprendió a saber disfrutar y sentir la satisfacción que nos brinda disfrutar de todo lo que vemos escuchamos y sentimos.
No necesitamos ayuda de afuera, para sentirnos bien solo necesitamos saber desde nuestro interior que lo que la vida, nos da  no se limita a un momento o lugar.
Vivir  para los demás, te hará perder la alegría que te brinda  vivir para ser, no para tener.
En el camino aprenderás que, la satisfacción será  completa, cuando puedas compartir  lo que construiste.