Perdonando a los demás te perdonas a ti mismo y
deja ser a los demás como ellos decidan.
Cuando criticamos y juzgamos
estamos viendo en el otro lo que no vemos en nosotros mismo.
Si lo interpretamos de esta
manera, puedes llegar a convertir esta visión en una herramienta muy útil para
conocerte.
Una vez que resuelvas tus propios
problemas internos, dejarás de criticar a los demás.
Un ejemplo son las personas se pasan
la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo.
La sorprendente revelación que te voy a hacer, y
debería cambiar tus sentimientos con respecto a los demás.
¡Nadie te ha ofendido!
Son tus expectativas
las que te lastiman emocionalmente.
Y las expectativas solo
tú las creas, con pensamientos, que no son reales, sino imaginarios.
Si tú esperabas que tus
padres te dieran más amor, y no te lo dieron, no tienes porqué sentirte
ofendido.
Son tus expectativas de
lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que se sintieron defraudadas.
Y tus ideas son las que
te lastiman.
Si esperabas que tu
pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo...
Tu pareja no te ha
hecho nada. Es la diferencia entra las atenciones que esperabas tuviera contigo
y las que realmente tuvo, las que te hirieron, nuevamente, eso está pasando en
tu imaginación.
¿Estás enojado con Dios? Son tus creencias que
te hacen creer que Dios te lastima, Dios jamás ofende y daña
a nadie.
Un hábito requiere de
todas sus partes para funcionar, si pierde una, el hábito se desarma.
El hábito de
sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada),
desaparece cuando conoces
la fuente de las "ofensas".
Cuando nacemos, somos
auténticos, pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida
artificialmente por conceptos que nuestro entorno nos hace aprender, los
padres, la escuela, la sociedad los medios de “comunicación creamos una novela
falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como
deben de actuar con nosotros y con los demás.
Una novela que no tiene
nada que ver con la verdad.
También, las personas y
sus actitudes son criaturas de inventario.
A lo largo de su vida,
coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. Y las almacenan en su
inventario interior.
Las experiencias
negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas.
¿Por qué es esto?
Porque eso nos han enseñado.
Y cuando una persona es
maltratada sea física o psicológicamente por otra, deja esa
experiencia en su "inventario".
Cuando conoces a alguien,
tienes miedo y tratas de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que
la que la o lo hirió.
Saca una experiencia de
su inventario negativo. Te colocas los lentes de esa experiencia y ve a las
nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes.
¿Resultado? Se duplican
los mismos problemas y las mismas experiencias negativas.
Y el inventario
negativo sigue creciendo, en realidad lo que hace es que te estorba.
No te deja ser el mismo
niño que era confiado y feliz.
Y a medida que se avanza en
años, se es menos feliz. Es porque el inventario negativo aumenta año con año.
¿Has visto a las
personas de edad avanzada y a los matrimonios con muchos años? su inventario es
tan grande, que parece que la negatividad es su vida.
Una y otra vez sacan
experiencias de su inventario negativo ante cualquier circunstancia.
Una de las mayores
fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona
a otra y guiar su vida.
Cuando le dices lo que debe hacer y te dice
"no", creas resentimientos por partida doble.
Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo
que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es,
es un círculo vicioso.
Todas las personas
tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca.
Aprenderán de sus errores por sí mismos.
Déjalos ser. También,
nadie te pertenece
Hay una anécdota que
representa muy claro este punto.
Cuando los colonos
americanos querían comprarles sus tierras a los Pieles Rojas, estos les
contestaron:
¿Comprar nuestras tierras? Ni el fulgor de las aguas,
ni el aire, ni nuestros hermanos los búfalos a los cuales solo cazamos para
sobrevivir son de nuestra propiedad, es una idea completamente desconocida para
nosotros.
Ni la naturaleza, ni
tus padres, ni tus hijos, tus amigos o parejas te pertenecen. Es como en las
aguas o el aire, no los puedes comprar, no los puedes separar, no son tuyos,
solo los puedes disfrutar como parte de la naturaleza.
El cauce de un río no lo puedes atrapar, solo puedes
meter las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir”.
Las personas son un río
caudaloso, cualquier intento de atraparlas te va a lastimar, amalas,
disfrútalas y déjalas ir si así lo desean.
Entonces ¿Cómo puedo perdonar?
1) Entiende que nadie te ha ofendido, son tus
ideas acerca de cómo deberían actuar las personas las que te hieren, estas
ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia
de forma inconsciente.
Reconoce que la mayoría de las personas nunca van a
alinearse con esas ideas que tienes. Porque son ideas falsas creadas por tu
mente.
2) Deja a las personas ser, deja que guíen su
vida como mejor les plazca, es su responsabilidad, dales consejos si te los
piden, pero permite que tomen sus decisiones, es su derecho divino por
nacimiento, el libre albedrío y la libertad.
3) Nadie te pertenece. Ni tus padres, amigos y
parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza.
4) Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas,
ama todo pero déjalo ser, así es el amor no tomando posesión sino dejando en
libertad.
5) No pienses demasiado, ábrete a la posibilidad
de nuevas experiencias, no utilices tu inventario, abre los ojos y observa el
fluir de la vida como es.
Cuando limpias tu visión de lentes obscuros y te los
quitas, el resultado es una nueva visión.
6) La perfección no existe en la conducta de las
personas, en el plano físico, ni el padre, amigo, pareja es perfecta. Es un
concepto creado por la mente humana que a un nivel intelectual puedes
comprender, pero en la realidad NO EXISTE.
Para un pez, el mar perfecto sería aquel
donde no hay depredadores.
¿Existe? No.
Solo a un nivel intelectual. En la
realidad JAMÁS VA A EXISTIR. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la
realidad.
Entender como una supuesta frustración de
que el mar no es como quiere, que sea no tiene sentido.
Deja de resistirte a no aceptar las
personas por no ser como tú quieres.
Acepta a las personas como el pez acepta al mar
y ámalas como son.
7) Absorbe y llénate con la vida. La vida real es más
hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo.
8) Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado.
Imagínate que ambos están cómodamente sentados. Dile porqué te ofendió. Escucha
su explicación amorosa de porque lo hizo. Y perdónala.
Si un ser querido ya no está en este
mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres, escucha su respuesta
y dile adiós. Te dará una enorme paz.
9) A la luz del corto período de vida que tenemos, solo
tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices.
Nuestra compañera la muerte en cualquier momento, de
forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo gastar el
tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes darte ese lujo.
10) Es natural pasar por un periodo de duelo al
perdonar, deja que tu herida sane. Descárgate con alguien para dejar fluir el
dolor.
Vuelve a leer este
capítulo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar
semillas de conciencia en tu interior.
Aprende con honestidad los errores que cometiste,
prométete que no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida.
Creemos que amamos a alguien porque nos brindamos a
esa persona pero, a la vez, le exigimos que haga lo mismo hacia nosotros.
El Verdadero Amor es incondicional. Al verdadero amor
sólo le interesa darse y expandirse, no necesita nada a cambio.
Nosotros al no estar en un nivel de perfección,
nuestro ego entabla una "negociación" con nuestra pareja para
encontrar la supuesta felicidad.
En la mayoría de las relaciones amorosas encontramos
un perfecto drama, lleno de juegos, acusaciones e intrigas. Cada vez que estés
hablando de condiciones, obligaciones, estructuras y culpas, estás lejos de
vibrar con la energía del Verdadero Amor.
Si para sentirte amado exiges a tu pareja que te llame
tantas veces al día, que te diga ciertas palabras, que cumpla ciertos horarios
o formalidades, entonces estarás preparando el camino directo a tu infelicidad.
Tarde o temprano, la persona no podrá cumplir con tus
exigencias o expectativas y la desilusión será inevitable.
El drama, la culpa y la manipulación hacen que
la vibración personal llegue a niveles muy bajo y lo único que puede esperarse
de ello es que se presenten más problemas, dolor o desencantos.
Cuando sientas angustia, miedo, soledad o la tendencia
de culpar a otra persona por tu infelicidad, deberá recordar que:
Todo lo que ocurre por fuera
es el reflejo de lo que pasa por dentro.
Cada una de estas afirmaciones nos ayudan a
recordar que, nuestras actitudes son reflejo de nuestros pensamientos y cuando
reconocemos las que nos hacen sentir mal también reconoceremos que debemos
cambiar en nosotros mismos para ser y estar mejor.