ESTA ÉPICA CARTA DE HUNTER S. THOMSON SOBRE EL PROPÓSITO DE LA VIDA PODRÍA CAMBIAR TU PERSPECTIVA PARA SIEMPRE
ANTES DE SER UN RECONOCIDO AUTOR HUNTER S. THOMSON
ESCRIBIÓ ESTA MAGNÍFICA MISIVA PARA RESPONDER A LAS INQUIETUDES DE UN AMIGO EN
BÚSQUEDA DE CONSEJO SOBRE QUÉ HACER CON SU VIDA.
En la primavera de 1958 Hunter S. Thomson
recibió una carta de un amigo pidiéndole consejo, de tal manera que el
escritor redactó una carta sobre el significado y el propósito de la vida. Es
importante mencionar que en ese tiempo Thomson aún no era el depositario de
ningún tipo de fama, pero sus palabras ya tenían la energía que lo convirtió en
uno de los autores más celebrados del siglo XX. A continuación incluimos la
traducción de dicha misiva.
22 de abril de 1958
Calle Perry 57
Ciudad de Nueva York
Querido Hume,
Tú pides consejo, ¡ah
qué cosa tan humana y tan peligrosa! Pues dar consejo a un hombre que
pregunta sobre qué hacer con su vida implica algo muy cercano a la
egomanía. Asumir que se puede dirigir a un hombre hacia la meta máxima y
correcta, al punto de señalar con un dedo tembloroso la dirección indicada es
algo que sólo cometería un tonto.
Yo no soy un tonto, pero
respeto tu sinceridad al pedirme mi consejo. Sin embargo te pido que cuando
escuches lo que tengo que decir, acuerdes que todos los consejos son sólo
un producto del hombre que los da. Lo que puede ser verdad para uno, puede
significar un desastre para otro. No veo la vida a través de tus ojos, ni tu a
través de los míos. Si fuera a intentar darte un consejo específico sería como
un ciego guiando a otro ciego.
“Ser o no ser, esa es la
cuestión. ¿Qué es más noble para el alma sufrir los golpes y las flechas de la
injusta fortuna o tomar las armas contra un mar de adversidades…”
(Shakespeare)
De hecho esa es la
cuestión: si flotar con la corriente o nadar hacia una meta. Es una decisión
que todos debemos tomar ya sea consciente o inconscientemente en algún momento
de nuestra vidas. Muy pocas personas entienden esto. Piensa en cualquier
decisión que hayas hecho y que tuviera una influencia en tu futuro: puede ser equivocada,
pero no veo como podría ser cualquier cosa excepto una decisión—aunque sea
indirecta— entre las dos cosas que he mencionado: flotar o nadar.
Pero ¿por qué no flotar
si no tienes una meta? Esa es otra cuestión y es incuestionablemente mejor disfrutar
la flotación que nadar en la incertidumbre. Entonces ¿cómo encuentra un hombre
una meta? No un castillo en las estrellas, sino una cosa real y tangible. Cómo
puede un hombre estar seguro de que no va en pos de una “gran montaña de
dulce”, una meta hecha de caramelo y azúcar que tiene poco sabor y nada de
substancia.
La respuesta— es en
cierto sentido la tragedia de la vida— es que buscamos entender la meta y no al
hombre. Ponemos una meta que demanda de nosotros ciertas cosas: y hacemos estas
cosas. Nos ajustamos a las demandas de un concepto que NO PUEDE ser válido.
Cuando eras joven, vamos a suponer que querías ser bombero. Me siento
razonablemente seguro de decir que ya no quieres ser un bombero. ¿Por
qué? Porque tu perspectiva ha cambiado. No es el bombero quien ha cambiado,
sino tú. Cada hombre es la suma total de sus reacciones a la experiencia. Como
sus experiencias difieren y se multiplican, tú te convertirás en un hombre
diferente y por lo tanto tu perspectiva cambia. Esto sigue y sigue. Cada
reacción es un proceso de aprendizaje, sumamente significativo que altera tu
perspectiva.
Así que parecería tonto
ajustar nuestras vida a las demandas de una meta que vemos desde un ángulo
diferente cada día ¿o no? ¿Cómo podemos esperar lograr algo más que una
neurosis galopante?
La respuesta entonces no
debe de tratar de metas en absoluto, o al menos no de metas tangibles ene todo
caso. Tomaría montones de papel desarrollar este tema a satisfacción. Sólo dios
sabe cuántos libros se han escrito sobre “el sentido del hombre” y ese tipo de
cosas, sólo dios sabe cuántas personas han ponderado el tema. (Utilizo el
término “sólo dios sabe” puramente como una expresión”). Hay
muy poco sentido en que yo intente dártelo en un proverbial resumen, porque
soy el primero en admitir mi absoluta falta de certificaciones para reducir el
significado de la vida a uno o dos párrafos.
Voy a alejarme de la
palabra “existencialismo”, aunque puedes mantenerla en tu mente como una suerte
de clave. Quizá también puedes tratar de leer algo llamado “El ser y la nada”
de Jean-Paul Sartre, y otra cosita llamada “Existencialismo de Dostoyevsky
a Sartre”. Estas son meras sugerencias. S te sientes genuinamente
satisfecho con quien eres y lo que estás haciendo, entonces puedes olvidarte de
esos libros. (Dejar a los perros que duermen acostarse). Pero de vuelta a
la pregunta. Como dije, poner tu fe en las metas tangibles, sería, en el mejor
de los caso poco sabio. Así que no aspiramos a ser bomberos, no aspiramos a ser
banqueros, ni policías ni doctores. ASPIRAMOS A SER NOSOTROS
MISMOS.
Pero no me mal
entiendas. No quiero decir que no podemos ser bomberos, banqueros o
doctores—sino que debemos hacer de la meta el conformarnos con el individuo, en
lugar de hacer que el individuo se conforme con la meta.
En cada hombre,
herencia y entorno, se han combinado para producir una criatura con ciertas
habilidades y deseos— incluyendo una necesidad muy arraigada de funcionar de
tal forma que su vida TENGA SIGNIFICADO. Un hombre debe ser algo, debe
importar.
Tal y como yo lo
veo, la fórmula va más o menos así: un hombre debe escoger un camino que
permita a sus HABILIDADES funcionar con un grado de eficiencia máxima hacia la
gratificación de sus DESEOS.
Al hacer esto, él está satisfaciendo una necesidad
(dándose a si mismo una identidad al funcionar en un rumbo fijo hacia una
meta), él evita frustrar su potencial (al escoger un camino que no le pone
límites a su desarrollo personal), y evita el terror de ver su meta
languidece o perder su encanto conforme se acerca a ella (en lugar de someterse
a las demandas que busca, ha sometido su meta a adaptarse a sus propias
habilidades y deseos.
En resumen,
no ha dedicado su vida a alcanzar una meta predefinida, sino escogido una forma
de vida que SABE que disfrutará. La meta es absolutamente secundaria: lo
importante es el mecanismo que lleva a la meta.
Y parece casi ridículo decir
que un hombre DEBE funcionar en un patrón que él mismo ha elegido, ya que
dejar que otro hombre defina tus metas, es renunciar a uno de los aspectos más
significativos de la vida— el acto definitivo de voluntad que hace a un hombre
un individuo.
Vamos a sumir que tu
piensas que tienes que decidir entre ocho caminos a seguir (predefinidos, por
supuesto). Y vamos a sumir que no puedes ver ningún propósito real detrás de
ninguno de los ocho. Entonces— y aquí está la esencia de todo los que he dicho—
DEBES ENCONTRAR UN NOVENO CAMINO.
Naturalmente no es tan
fácil como suena. Pues has vivido una vida relativamente estrecha, una existencia
más vertical que horizontal. De tal manera que no es muy difícil entender por
que te sientes así. Pero un hombre que procrastina al ELEGIR,
inevitablemente verá que esta decisión es hecha por las circunstancias y
no por él.
Así que si ahora te cuentas
entre los desencantados, entonces son tienes otra opción más que aceptar las
cosas como son, o seriamente buscar algo más. Pero cuídate de buscar metas:
busca una forma de vida. Decide como quieres vivir y luego ve como puedes
ganarte la vida DENTRO de ese modo de vida. Pero dirás “No sé por dónde empezar
buscar. No sé qué debo buscar”.
Y ese es el punto
medular. ¿Vale la pena dejar algo para buscar algo mejor? Yo no lo sé, ¿lo es?
¿Quién puede hacer esa decisión sino tú? Pero aún si DECIDIERAS BUSCAR, has
avanzado un gran camino para tomar la decisión.
Si no paro me voy a
descubrir a mí mismo escribiendo un libro. Espero que no sea tan confuso como
se ve a primera vista. Mantén en mente, por su puesto, que esta es MI
FORMA de ver las cosas. Yo pienso que estos es aplicable de manera
general, pero quizá tú no. Cada uno de nosotros debe crear su propio
credo— este es meramente el mío.
Si cualquier parte de
esto no te hace sentido, por favor señálamelo. No estoy tratando de mandarte
“en el camino” en busca del Valhalla, sino meramente señalando que no es
necesario aceptar las opciones que te da la vida tal y como la conoces.
Hay más
en ello que eso— nadie TIENE QUE hacer algo que no quiere por el resto de
su vida. Peor de nuevo, si eso es lo que terminas haciendo, convéncete
como sea de que DEBÍAS hacerlo. Entonces tendrás mucha compañía.
Eso es todo por ahora.
Hasta que tenga noticias tuyas de nuevo, sigo siendo tu amigo,
Hunter
Extraído de Pijamasurf