Practicamos la
tolerancia cuando podemos compartir tiempo con personas y situaciones que nos
desagradan pero si logramos que esas situaciones no nos alteren, estamos
logrando el arte de ser tolerantes.
No es simple llegar a ese plano pero una
vez ahí, reconocemos cuantos malos momentos pasamos innecesariamente, ya que
las personas o las situaciones no cambian por nuestro descontento, pero si
cambiamos nuestra manera de ver y sentir, lo malo se convierte en bueno…
¿Que puede haber
de bueno en soportar personas o situaciones desagradables?
Lo bueno es que
esa situación te ayudo a cambiar y ser tolerante no solo con los demás, también
a ser tolerante contigo mismo.
Victor Roude