Cuantas
veces nos encontramos sin hallar respuestas, a una situación o a preguntas que
la vida nos enfrenta.
Ya
sea de manera favorable o desfavorable
Y
cuando dejamos que el tiempo haga su parte nos da la respuesta exacta.
Es
sabido que las circunstancias siempre están muy por delante de nuestra sabiduría
y esta no es la excepción, muchas veces entendemos lo que ocurre y muchas otras
no.
Cuando
esto último ocurre, el tiempo es el que trabajara para que maduren nuestras
ideas y podamos dar comprensión a lo inexplicable.
Así
trabaja, solo que nuestra natural ansiedad exige respuesta inmediatas a las
preguntas.
Asume
que de la misma manera que una flor necesita el tiempo para florecer.
Nosotros
necesitamos también el tiempo para aprender lo que se nos quiere enseñar.
Deja
que el tiempo haga su parte y tú completa el trabajo dejando que tu sabiduría madure
y entienda la enseñanza. Así te armonizarás con nuestra naturaleza que
pide seas paciente para aprender.
V Roude