El éxito es una
palabra que define cuando concretamos nuestros objetivos
Usualmente lo aplicamos
al aspecto económicos, también lo podemos aplicar a otras actividades. En la familia,
profesional, laboral, deportiva-mente etc.
Y cuando estos éxitos
los compartimos con el resto de las personas a nuestro alrededor, sentíamos aún
más satisfacción.
Pero esta satisfacción
es la del Ego es el éxito de la mente que se satisface al sentir que eres
exitoso.
Pero hay otra satisfacción
que no tiene que ver con la mente, sino con tu Ser y es la plenitud y
satisfacción que sientes cuando puedes ayudar a alguien.
Esa ayuda en
silencio, compartida únicamente por la persona o personas que hayas ayudado,
tiene un doble valor ya que estas elevando tu energía interior a través de tu espíritu
manifestado.
Los dos éxitos son
importantes, pero no vivas haciendo más énfasis en uno que en otro, el
equilibrio en todo es fundamental para encontrar la armonía en la vida.
No le des tanto
valor al éxito de tu mente porque estarás, alimentando todo lo externo,
alimenta tu ser interior también y el éxito en tu vida no será una palabra
incompleta.
Todo el tiempo
tenemos las oportunidades de ayudar, consolando, escuchando etc. a personas que
está necesitando algo que tú tienes, palabras, tiempo etc. Cosas muy valiosas para
otros que nosotros mismo a veces no le damos valor.
Practicar la
generosidad da un sabor de satisfacción también incomparable.
Practícalo y sabrás
que hay sensaciones que nos perdemos solo por pensar en lo material.
El tiempo es uno
de nuestros mayores tesoros, compártelo también con otros y deja un lugar a tus
actividades de trabajo para ser generoso.
Cuando regreses
a tu trabajo tendrás una energía, que otros no comprenderán ya que ayudar y compartir,
no da beneficios económicos pero te hace más rico.
V Roude