No hablaremos de recetas mágicas o vitaminas especiales que despertaran tu lívido
sino de algo mejor y más efectivo.
En
una pareja sabemos que la atracción mutua y el activar el lívido es una parte
muy importante de las relaciones y si bien hay características propias de cada sexo,
también sabemos que hay puntos en común.
Desde
ya estamos descartando problemas físicos o psicológicos.
Las
características de seducción y atracción que incitan al acto sexual son más
simples de lo que parecen.
El sexólogo Roberto Sanz, de la Fundación Sexpol
explica que “el ser humano ha adoptado toda su vida ritmos y rituales, y el sexo se puede
organizar de la misma forma que las comidas”. En definitiva, el deseo se puede provocar consciente-mente.
¿Sabías que el
deseo o apetito sexual se genera en el cerebro? Es el órgano encargado de la
liberación de testosterona y procesos para estimular, impulsos y mecanismo
eróticos. ¡Tú puedes tener el control! Podemos comenzar a despertar nuestro
cerebro estimulando los sentidos (vista, oído, olfato, tacto y gusto).
Y
la pregunta es: que es lo que hace que nuestro cerebro adopte el deseo sexual.
La atracción
se inicia con factores que científicamente son complejos de explicar en pocas
palabras y no es el punto, pero luego de
ese primer momento ¿qué pasa?
Activamos
herramientas que disponemos como ser humano tales como estimular los sentidos, conectarse con las necesidades del otro, atreverse a romper la monotonía,
despertar las fantasías, cuidamos nuestro el aspecto fisco, y podríamos seguir
con una lista que nos permiten despertar nuestro lívido y lo que ello implica.
Podríamos
hablar mucho sobre este tema, pero el punto que debemos destacar es que el mayor y más poderoso afrodisiaco del cual
disponemos es nuestra actitud, y si bien coincido con ustedes que llegar a la
actitud correcta es producto de muchos factores, es importante destacar que la
actitud que se asume en esos momentos es
la clave.
De
nada sirve preparar una cena romántica en un ambiente agradable e insinuante si
se produce una discusión en mitad de la
cena.
La
buena noticia es que se puede trabajar para que aparezca ese deseo, y con el estimulo adecuado, la excitación sexual y el placer se intensifican, así las
relaciones son más satisfactorias.
Seguramente
a este punto muchos o casi todos los puntos aquí expuesto son conocidos pero lo
importante destacar es que llegar a
estimular del lívido y alimentar la relaciones de pareja, son día a día y la actitud
de seducción no debería ser solamente limitada para cuando tenemos deseos
sexuales.
La
actitud hacia nuestra pareja sea hombre y mujer son exactamente similares, cariño,
respeto, auto estima, valoración, cuidado etc. son la mejor actitud, de esta
manera el corazón mandara señales que estimularan al cerebro y este lo convertirán en testosterona pura, así se mantendrá el deseo siempre activo.
Descartemos
la falsa creencia que el hombre es diferente a la mujer o viceversa, en este
aspecto y comprobaremos que todos tenemos las mismas necesidades cuando hablamos de un sano e intenso deseo por
el otro.
Esto
te permitirá disfrutar de tu relación íntima
con mayor intensidad.
V Roude