No hay ser humano que no deje de recibir
y dar lecciones, forma parte de
nosotros como lo es el respirar, la diferencia será nuestra actitud que es lo
que marcara la diferencia en aprender con dolor y con actitud de aceptación.
Cada lección que la vida nos da y
resistimos el aprendizaje nos genera
sufrimiento y si por el contrario lo
aceptamos como una oportunidad seguramente la superaremos más rápido y sin tanto
dolor.
Aprender a aprender es parte del
camino y ayudaremos que nuestro ser evolucione.
Aceptemos las enseñanzas como
bendiciones y el camino será más suave, aunque haya dolor.
Somos alumnos y maestros
aprendemos de las consecuencias de nuestras decisiones y enseñamos con nuestro
ejemplo (el cual no siempre tiene que ser el mejor) a veces demostramos a los demás
lo que no se debe hacer, actuamos de manera
equivocada.
Asume tu doble rol y disfruta todo.
Cuando no te resistes las enseñanzas no persisten.
Gracias por enseñar con tu sola presencia.