lunes, 13 de abril de 2015

¿APRENDISTE A PERDONAR?

   

 Perdonando a los demás te perdonas a ti mismo y deja ser a los demás como ellos decidan.
      Cuando criticamos y juzgamos estamos viendo en el otro lo que no vemos en nosotros mismo.
      Si lo interpretamos de esta manera, puedes llegar a convertir esta visión en una herramienta muy útil para conocerte.
      Una vez que resuelvas tus propios problemas internos, dejarás de criticar a los demás.
      Un ejemplo son las personas se pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo.
 La sorprendente revelación que te voy a hacer, y debería cambiar tus sentimientos con respecto a los demás.
   ¡Nadie te ha ofendido!
      Son tus expectativas las que te lastiman emocionalmente.
      Y las expectativas solo tú las creas, con pensamientos, que no son reales, sino imaginarios.
      Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor, y no te lo dieron, no tienes porqué sentirte ofendido.
      Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que se sintieron defraudadas.
      Y tus ideas son las que te lastiman.
      Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo...
      Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entra las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hirieron, nuevamente, eso está pasando en tu imaginación.
 ¿Estás enojado con Dios? Son tus creencias que te hacen creer que  Dios te lastima, Dios jamás ofende y daña a nadie.
      Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar, si pierde una, el hábito se desarma.
       El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada), desaparece  cuando conoces la fuente de las "ofensas".
      Cuando nacemos, somos auténticos, pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestro entorno nos hace aprender, los padres, la escuela, la sociedad los medios de “comunicación creamos una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como deben de actuar con nosotros y con los demás.
      Una novela que no tiene nada que ver con la verdad.
      También, las personas y sus actitudes son criaturas de inventario.
      A lo largo de su vida, coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. Y las almacenan en su inventario interior.
      Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas.
      ¿Por qué es esto? Porque eso nos han enseñado.
      Y cuando una persona es maltratada sea física o psicológicamente por otra, deja esa experiencia en su "inventario".
      Cuando conoces a alguien, tienes miedo y tratas de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que la que la o lo hirió.
      Saca una experiencia de su inventario negativo. Te colocas los lentes de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes.
      ¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas.
      Y el inventario negativo sigue creciendo, en realidad lo que hace es que te estorba.
      No te deja ser el mismo niño que era confiado y feliz.
      Y a medida que se avanza en años, se es menos feliz. Es porque el inventario negativo aumenta año con año.
       ¿Has visto a las personas de edad avanzada y a los matrimonios con muchos años? su inventario es tan grande, que parece que la negatividad es su vida.
      Una y otra vez sacan experiencias de su inventario negativo ante cualquier circunstancia.
      Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida.
Cuando le dices lo que debe hacer y te dice "no", creas resentimientos por partida doble.
 Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es, es un círculo vicioso.
      Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca.
Aprenderán de sus errores por sí mismos.
      Déjalos ser. También, nadie te pertenece
      Hay una anécdota que representa muy claro este punto.
      Cuando los colonos americanos querían comprarles sus tierras a los Pieles Rojas, estos les contestaron:
 ¿Comprar nuestras tierras? Ni el fulgor de las aguas, ni el aire, ni nuestros hermanos los búfalos a los cuales solo cazamos para sobrevivir son de nuestra propiedad, es una idea completamente desconocida para nosotros.
      Ni la naturaleza, ni tus padres, ni tus hijos, tus amigos o parejas te pertenecen. Es como en las aguas o el aire, no los puedes comprar, no los puedes separar, no son tuyos, solo los puedes disfrutar como parte de la naturaleza.
El cauce de un río no lo puedes atrapar, solo puedes meter las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir”.
      Las personas son un río caudaloso, cualquier intento de atraparlas te va a lastimar, amalas, disfrútalas y déjalas ir si así lo desean.
Entonces ¿Cómo puedo perdonar?
1) Entiende que nadie te ha ofendido, son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas las que te hieren, estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente.
Reconoce que la mayoría de las personas nunca van a alinearse con esas ideas que tienes. Porque son ideas falsas creadas por tu mente.
2) Deja a las personas ser, deja que guíen su vida como mejor les plazca, es su responsabilidad, dales consejos si te los piden, pero permite que tomen sus decisiones, es su derecho divino por nacimiento, el libre albedrío y la libertad.
3) Nadie te pertenece. Ni tus padres, amigos y parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza.
4) Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas, ama todo pero déjalo ser, así es el amor no tomando posesión sino dejando en libertad.
5) No pienses demasiado, ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias, no utilices tu inventario, abre los ojos y observa el fluir de la vida como es.
Cuando limpias tu visión de lentes obscuros y te los quitas, el resultado es una nueva visión.
6) La perfección no existe en la conducta de las personas, en el plano físico, ni el padre, amigo, pareja es perfecta. Es un concepto creado por la mente humana que a un nivel intelectual puedes comprender, pero en la realidad NO EXISTE.
   Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores.
   ¿Existe? No.
   Solo a un nivel intelectual. En la realidad JAMÁS VA A EXISTIR. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la realidad.
   Entender como una supuesta frustración de que el mar no es como quiere, que sea no tiene sentido.
   Deja de resistirte a no aceptar las personas por no ser como tú quieres.
  Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son.
7) Absorbe y llénate con la vida. La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo.
8) Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos están cómodamente sentados. Dile porqué te ofendió. Escucha su explicación amorosa de porque lo hizo. Y perdónala.
   Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres, escucha su respuesta y dile adiós. Te dará una enorme paz.
9) A la luz del corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices.
Nuestra compañera la muerte en cualquier momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes darte ese lujo.
10) Es natural pasar por un periodo de duelo al perdonar, deja que tu herida sane. Descárgate con alguien para dejar fluir el dolor.
      Vuelve a leer este capítulo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de conciencia en tu interior.
Aprende con honestidad los errores que cometiste, prométete que no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida.
Creemos que amamos a alguien porque nos brindamos a esa persona pero, a la vez, le exigimos que haga lo mismo hacia nosotros.
El Verdadero Amor es incondicional. Al verdadero amor sólo le interesa darse y expandirse, no necesita nada a cambio.
Nosotros al no estar en un nivel de perfección, nuestro ego entabla una "negociación" con nuestra pareja para encontrar la supuesta felicidad.
En la mayoría de las relaciones amorosas encontramos un perfecto drama, lleno de juegos, acusaciones e intrigas. Cada vez que estés hablando de condiciones, obligaciones, estructuras y culpas, estás lejos de vibrar con la energía del Verdadero Amor.
Si para sentirte amado exiges a tu pareja que te llame tantas veces al día, que te diga ciertas palabras, que cumpla ciertos horarios o formalidades, entonces estarás preparando el camino directo a tu infelicidad.
Tarde o temprano, la persona no podrá cumplir con tus exigencias o expectativas y la desilusión será inevitable.
 El drama, la culpa y la manipulación hacen que la vibración personal llegue a niveles muy bajo y lo único que puede esperarse de ello es que se presenten más problemas, dolor o desencantos.
Cuando sientas angustia, miedo, soledad o la tendencia de culpar a otra persona por tu infelicidad, deberá recordar que:
Todo lo que ocurre por fuera
es el reflejo de lo que pasa por dentro.

 Cada una de estas afirmaciones nos ayudan a recordar que, nuestras actitudes son reflejo de nuestros pensamientos y cuando reconocemos las que nos hacen sentir mal también reconoceremos que debemos cambiar en nosotros mismos para ser y estar mejor.
 texto extraído del Libro
 El Nuevo Ser Humano 
 ( Victor Roude )