Dos hombres habían compartido injustamente una celda en prisión durante varios años, soportando todo tipo de maltratos y humillaciones. Una vez en libertad, se encontraron años después. Uno de ellos preguntó al otro: – ¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros? – No, gracias a Dios ya lo olvidé todo – contestó – ¿Y tú? – Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas – respondió el otro Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo: – Lo siento por ti. – Si eso es así, significa que aún te tienen preso. (Fabula)
El rencor, es un sentimiento de enfado profundo y persistente; un resentimiento arraigado que desequilibra y enferma el cuerpo y la mente. El origen del rencor puede deberse a varias razones (insulto, abuso de confianza, engaños, ofensas, maltratos). El resentimiento se va acumulando hasta que finalmente se convierte en deseo de venganza. Todos lo hemos padecido en alguna ocasión, adoptando a veces un comportamiento que va en contra de nuestra verdadera personalidad, para soportar los desequilibrios, y angustias que este sentimiento genera. Generalmente, todos vivimos fieles a nuestros patrones de conducta, pero estos no siempre coinciden con las conductas de los demás.
Cuando los sentimientos de rencor y odio te quiere poseer , estas
teniendo la mejor oportunidad de aprender a practicar el perdón.